Una característica poco conocida de estas plantas es que a lo largo de su vida producen más oxígeno que algunos árboles comunes, debido a que se encuentran dentro de la familia de gramíneas. Junto con su rápido crecimiento y su aportación de oxigeno hacen que se convierta en un material indispensable para combatir el calentamiento global durante los próximos años, ya sea ofreciendo un material resistente y biodegradable como regenerando los suelos donde se planta.
El bambú es un material muy variado, según el tipo podemos encontrar tipos muy ligeros, pero a la vez muy rígidos, otras variedades pueden ser más pesadas y flexibles, existen variedades de crecimiento más lento en las cuales podemos encontrar vetas muy poco marcadas y otras variedades que pueden crecer con una velocidad asombrosa.
Este material posee numerosos colores por lo que puede aportar variedad a una serie de productos fabricados con el mismo material. Sus vetas son muy características así oki su gran resistencia a la presión y no tanto a la tracción. En construcción es muy utilizado como pilar o estructura principal sobre la que apoyar un cerramiento o pared. En moda es muy utilizado en pequeñas piezas de bisutería o relojes y sobre todo en gafas donde esa pequeña flexibilidad hace que se desarrollen modelos muy variados, pero con una gran resistencia.
Otra importante característica que reseñar es la reducida huella de carbono de este material, al tratarse de un material totalmente natural las emisiones de CO2 relativas a su cultivo son escasas, es más, el bambú es una de las plantas que más dióxido de carbono, uno de los principales contribuyentes al cambio climático, absorbe por lo que hace una función doble reduciendo la contaminación allí donde se cultiva. Por ejemplo, el bambú consume dióxido de carbono, una plantación de una hectárea de este material produce un 35% más de oxígeno que la misma cantidad de árboles comunes. No podemos discutir con esos números. El bambú tampoco necesita mucha agua, aproximadamente un 60% menos que la media.
Los fundadores de Parafina buscaban crear un proyecto que fuese más allá de crear un producto sostenible. En Parafina optamos por el bambú tanto por sus variadas formas, colores como sus innumerables aplicaciones, este material procedente principalmente de los campos de asía tiene un origen sostenible como su producción por lo que su cultivo y explotación son considerados muy beneficiosos en la creación de productos sostenibles tanto en origen generando empleo y riqueza en zonas rurales como en destino.