El modelo circular se ha convertido estos últimos años en el paradigma que rediseñará la forma de hacer moda.
Desde PARAFINA creemos firmemente en la circularidad para poder hablar de moda futura y también creemos que las empresas somos el motor de cambio para el desarrollo sostenible. Para entender la circularidad en la industria de la moda es imprescindible conocer de qué se trata y cómo funciona este modelo. Hoy en día la industria de la moda está principalmente basada en un sistema lineal. Los recursos son extraídos, se transforman en productos y, una vez utilizados por sus compradores, se tiran. En su mayoría, estas prendas tienen una vida muy efímera y esto no es sostenible.
Para apoyar la circularidad en esta industria y su escalabilidad, hay varios planteamientos y reflexiones que desde PARAFINA queremos poner sobre la mesa y que nos conciernen a todos:
-Lo primero de todo, ¿realmente necesitamos todos los productos que cada año compramos? ¿Cuántas veces utilizamos cada prenda? La cultura del consumo excesivo no es sostenible en el tiempo. Reduciendo este tipo de consumo y aumentando la frecuencia de uso de cada prenda que adquirimos, la producción excesiva también tendrá que reequilibrarse. Debemos poner fin a la vida efímera de estos productos.
-La inversión en innovación y tecnología no sólo en el ámbito local e institucional sino también en el privado es muy necesaria en los primeros pasos de las cadenas de suministro, para poder efectivamente clasificar y reciclar mejor los productos, en lugar de desecharlos. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos acaban siendo quemados, enterrados, etc. contaminando el medio ambiente.
-¿Qué materiales utilizamos para confeccionar nuestros productos? La innovación también debe estar al servicio de la creación y el diseño para encontrar nuevos materiales que ayuden a reducir el daño medioambiental. Y esto en PARAFINA lo hemos tenido claro desde que creamos nuestra primera gafa, utilizando solamente materiales reciclados y sostenibles. Aplicamos la economía circular a nuestros procesos de producción, dando una segunda vida a residuos que, de otra manera, serían enterrados o quemados en vertederos. Nuestras gafas están fabricadas con materiales reciclados y/o orgánicos como el plástico de botellas, la goma de neumáticos o el bambú orgánico transformando estos residuos a través del upcycling. ¿Qué impacto tiene esta decisión?: desde el nacimiento de PARAFINA, hemos reutilizado más de 3.5 millones de botellas de plástico (PET), más de 187.000 botellas de plástico (HDPE), 244.000 corchos, 5.000 neumáticos y más de 27.000 latas de refresco. Lo hacemos en cada una de nuestras categorías, gafas de sol, de lectura y pantallas; además, las cualidades de estos residuos aportan a nuestras gafas características únicas como ligereza, flexibilidad y resistencia.
-Fomentar la eficiencia energética, utilizando energías renovables para la fabricación.
-Y por qué no: considerar la moda de segunda mano como una opción más de compra por parte del consumidor.
En PARAFINA contamos desde este año con BCOME con el objetivo de continuar innovando y ser fieles a nuestro propósito: hacer gafas ecológicas para ver un mundo mejor. A través de esta colaboración, hemos obtenido datos muy valiosos sobre nuestra colección de Sol 2022 “Urban Waste” que nos están permitiendo conocer mejor y medir los impactos generados a lo largo de la cadena de valor de nuestras gafas, actuar en consecuencia, garantizar la transparencia y llevarla al cliente final. Gracias a BCOME, podemos trasladar a nuestros clientes que con “Urban Waste” hemos ahorrado el equivalente en agua a 16 piscinas olímpicas y el equivalente en emisiones de CO2 generadas por más de 4 millones de bombillas led de 40W encendidas durante 24hr, en comparación con la producción de una gafa no ecológica.
Desde PARAFINA apostamos además por una filosofía empresarial basada en tres pilares, que rigen nuestra actividad: el cuidado del planeta, el compromiso social y el crecimiento sostenible, un modelo de negocio Triple Impacto, el modelo de las empresas que quieren ser las mejores, no del mundo, sino para el mundo. Necesitamos entre todos los que formamos parte de la cadena de valor, desde productores, marcas y consumidor final, reinventar el sistema de producción de moda. (R)evolucionar.